El Consejo Local de Hermandades y Cofradías designó el pasado 1 de septiembre de 2016 al cofrade Juan Mera Gracia como encargado de realizar el Pregón de la Semana Santa de 2017.

Nacido el 8 de octubre de 1970, Juan Mera, es cofrade de  las Cofradías de la Humildad y Paciencia y Piedad

Antes de su encuentro con los cofrades en el Gran Teatro Falla el Domingo de Pasión, entrevistamos al pregonero, para conocer sus impresiones tras su nombramiento y como encara este acto central de la Cuaresma gaditana. 

 
  
 
  1. Suena el teléfono y el presidente del Consejo Local de HHCC le propone su nombramiento como pregonero de la Semana Santa de 2017. ¿Qué se siente? ¿Cómo reacciona?

Mi reacción fue de alegría y satisfacción plena. El momento fue un 31 de agosto a las 10.25 de la noche. Llegando a la plaza de San Francisco. En ese mismo momento recordé muchos eventos pasados y recordé a muchas personas que estuvieron conmigo (y ya se fueron) y otras que me han apoyado incondicionalmente hasta conseguir esta meta.

2. Juan Mera tiene una amplia trayectoria cofradiera y pregonera, para quien no le conozca fuera de Cádiz, ¿nos la puede resumir?

Uff, sería algo aburrido recorrer más de treinta años de atriles. Baste recordar que en nuestra capital he tenido el honro de pronunciar pregones como el de la Virgen de las Penas, Salud (Sanidad) o Amargura; Stabat Mater de Sanidad o Piedad de Siete Palabras y la Oración Poética a Jesús Nazareno en la Santa Caridad.

En Seviila, el Pregón del Arenal o el del Bariio dela Calzá. Y en su provincia Santiponce (dos veces) y Espatinas Sin renegar de aquellos que realmente me formaron como fueron los de mi pueblo natal y algunas localidades de la Janda

  1. Adelántenos algo de lo que veremos y oiremos el Domingo de Pasión. ¿Vestirá chaqué? ¿Ha pedido alguna marcha? ¿Cómo le gustaría que se presentara el escenario del Falla?

Rotundamente sí vestiré chaqué. Me gustaría que las autoridades presidiesen el escenario pues hablamos que el Pregón es un acto literario, pero esa guerra está perdida por lo que la escenografía del Falla será sencilla y plena de luz, huiré del sobrecogimiento y de la penumbra.

En cuanto a las marchas, valgan como ejemplo Sanidad y Amarguras.

  1. ¿Tiene el Pregón de la Semana Santa la relevancia que merece?

Tengo que reconocer que ha cambiado mucho mi percepción en torno al Pregón. Sería muy injusto si no reconociese el abrigo que estoy recibiendo por parte de numerosos sectores de la población gaditana, pero los árboles no deben impedirnos ver el bosque. El pregón necesita su sitio relevante dentro de la vida cofrade y cultural de Cádiz. Hay que seguir luchando por él y hay que empezar por las propias hermandades, pues son ellas las que deben dignificar tanto al pregonero como al acto en sí.

  1. Bajo su punto de vista ¿en qué situación se encuentra la Semana Santa de Cádiz?

Nuestra Semana Mayor ha avanzado de manera notoria en las últimas décadas. Los medios de comunicación y la situación actual han favorecido su reconocimiento por parte de un público notorio y entendido. Pero esto es la parte procesional. Internamente las hermandades están muy hundidas debido, en gran parte, a la falta de formación y conocimiento de muchos de los componentes de las juntas de gobierno. La iglesia también tiene su culpa, es decir, debe apostar más por personas que entiendan de este singular mundo, pese a que les cueste admitir su indepencia, pues somos iglesia pero no catequistas.

  1. ¿Cómo vivirá el pregonero la Semana Santa de 2017?

La viviré integrado en las cofradías que he exaltado desde el atril del Gran teatro Falla. Será un momento singular y único que, estoy seguro, no se volverá a repetir. El regalo de ser pregonero es el "premio nobel" de todo cofrade gaditano, por tanto, el hecho lo merece.

  1. Por último, un deseo cofrade para este 2017 que se inicia.

Deseo una Cuaresma plena donde pueda experimentar la gracia de nuestras hermandades, y deseo una Semana Santa donde el respeto a las hermandades sea una tónica general. Quiero ver que los cofrades somos capaces de llevar a toda la ciudad por qué la religiosidad popular es necesaria y que nuestros desfiles procesionales son una manera plástica de manifestar a todos que cada día somos un poco más cristianos. Por último, y como debe ser para un cofrade, rogarle a Dios que no llueva.