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                            El Cabildo General de Hermanos de la Venerable y 
                            Real Archicofradía de Nuestra Señora del Pilar de 
                            Zaragoza, Nuestro Padre Jesús de las Penas y María 
                            Santísima de la Caridad, reunido en sesión 
                            extraordinaria el  día 11 de octubre de 2003, en el 
                            Salón de Actos de la Parroquia de San Lorenzo, 
                            acordó la realización de un nuevo paso procesional 
                            para la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas, 
                            aprobando, por unanimidad, el boceto presentado por 
                            el tallista isleño don Juan Carlos García Díaz, así 
                            como el presupuesto y la financiación de la obra, en 
                            su fase de carpintería y tallado. Igualmente, 
                            autorizó a la Junta de Gobierno de la Archicofradía 
                            a efectuar las gestiones oportunas para la venta del 
                            anterior paso procesional, requisito sin el cual no se 
                            comenzaría el nuevo paso. Se conservan los  
                            candelabros de guardabrisa del anterior paso, los cuales serán 
                            debidamente restaurados y adaptados al nuevo paso. 
                          
                              
                          
                                    
                            La obra ha sido diseñada, original y exclusivamente, 
                            para portar la imagen de Jesús de las Penas, 
                            siguiendo las pautas ornamentales del estilo marcado 
                            en los siglos XVII y XVIII. El boceto presenta un 
                            canasto de los denominados "de bombo", con vueltas y 
                            reviros, en perfiles de sinuosas líneas. En los 
                            interiores del canasto, sobre las escocias, surgen 
                            cuatro candelabros de guardabrisas, de tres brazos 
                            cada uno, dándole al conjunto una grandiosidad y 
                            vistosidad muy acentuada. En los núcleos centrales, 
                            ángeles querubines sostienen cartelas con relieves 
                            alusivos a la Archicofradía. Flanquean las cuatros 
                            esquinas, Arcángeles tenantes que portan atributos 
                            pasionales que, debido a sus vistosos ropajes, con 
                            corazas y emplumados yelmos, dan al conjunto una 
                            inusitada belleza. Corona el majestuoso canasto, 
                            cresterías y candelabros de guardabrisas que rodean 
                            totalmente al Señor, sumando un número de 54 puntos 
                            de luz en la totalidad del paso. 
                          
                              
                          
                                    
                            La parihuela consta de un moldurón, tallado en hueco 
                            sobre el bombo de la moldura, lenguas de gato en la 
                            parte superior y emperlado en la parte baja. En las 
                            esquinas, cierran tallas con profusa decoración los 
                            cuatro ingletes. En las zonas centrales de los 
                            laterales, elementos arquitectónicos y vegetales 
                            tallados, siguiendo la traza de la talla y el 
                            estilo. Respiraderos con casetones en malla y 
                            orlados con elementos vegetales. Dibujan los 
                            perfiles del respiradero, flequería de estilo 
                            renacimiento, con rejilla superior doble y flecos a 
                            modo de margen diferenciador del respiradero y 
                            faldón; este último con buhardilla, sobre formato 
                            rectangular, con encuadramientos rectos y 
                            ornamentación vegetal a base de zarcillos y 
                            rocallas. 
                          
                              
                          
                                    
                            El paso ha sido concebido por el autor en la 
                            ornamentación más típica gaditana, en cuanto a 
                            estilística y, sobre todo, intentando aportar un 
                            nuevo modelo de paso de Cristo para la Semana Mayor 
                            gaditana: exuberante y elegante pero, a la vez, 
                            sobrio. 
                          
                              
                          
                                    
                            Tras la unánime aprobación por parte del Cabildo 
                            General de Hermanos, la Junta de Gobierno solicitó 
                            al Delegado Episcopal de Hermandades y Cofradías la 
                            correspondiente autorización para proceder a la 
                            venta del anterior paso y a la realización del nuevo, 
                            en cumplimiento de lo dispuesto en las nuevas 
                            Normas Diocesanas y en las propias Reglas de la 
                            Archicofradía, aprobadas por el Cabildo General de 
                            Hermanos el  día 8 de septiembre de 2003. 
                          
  
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