IV - Iconografía Carmelitana en Cádiz

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Ángel Mozo Polo,  Académico Correspondiente  de la Real de Bellas Artes de Santa  Isabel de Hungría de Sevilla y Vicesecretario del Ateneo de Cádiz. Fotografías de Andrés Quijano de Benito Cádiz,   julio de  2006            No cabe duda que es esta advocación de María la más universal de todas desde que se fundó la Orden del Monte Carmelo entre los eremitas de Palestina allá por el 1150. Y Cádiz, ciudad vinculada al mar y que vive por y para el mar, reza a través de diversas imágenes que se veneran en varios templos de la ciudad a Santa María del Monte Carmelo, imán y refugio de sus devotos a través de la popularísima y antigua devoción hacia la Virgen y de la intercesión de Esta sobre las ánimas del purgatorio y sobre las gentes de la mar.  En primer lugar, destaquemos la bella escultura de la Virgen del Carmen de Porta-Coeli, talla estofada y policromada que recibe culto en el hermoso templo de los carmelitas de Cádiz (siglo XVIII) en una devota y recogida capilla. Vinculada desde siempre por los investigadores a la gubia de la Roldana , hoy sabemos, gracias a los estudios realizados, que es una escultura de Antón M. Maragliano (1664-1739), de la primera mitad del XVIII. Ha sido restaurada por Sánchez Peña.    Virgen del Carmen de Porta-Coeli. Fotografías de Andrés Quijano de Benito En el retablo mayor del mismo templo, se venera la talla de candelero de la Virgen titular, escultura posiblemente lignaria salida de las manos de Jacinto Pimentel (siglo XVII) y transformada posteriormente en imagen para vestir. Fue la titular de la antigua cofradía del mismo nombre que residió en Santo Domingo hasta la construcción del templo carmelitano, contando en los dominicos con capilla propia que pasó luego a ser de la cofradía de Ntra. Sra. de la Misericordia de los genoveses. En 1991 ha sido restaurada por Luis González Rey.  El monasterio de monjas carmelitas del Corpus Christi y san José, fundación que data de 1906, venera en el retablo de su iglesia una bellísima e interesante talla sedente de la Virgen, de tamaño algo mayor que el natural, salida de las manos del imaginero gaditano José Luis Pires Gutiérrez (1910-1989) que la esculpió en Sevilla en años de la postguerra. No ha procesionado nunca.  En el templo, pequeño y hermoso como un relicario, del antiguo hospitalizo del Carmen (siglo XVIII) admirarnos la talla de candelero de la Virgen del Carmelo que preside el retablo mayor de estilo neoclásico de la iglesia. Es muy bella y devota; aunque la palma de la devoción gaditana se la lleva el cuadrito de Domingo Martínez (1668-1749) de esta advocación, que recibe culto en el retablito que se alza en el portal del antiguo hospital. Hay que admirar en el templo las bellas y desconocidas pinturas que decoran las bóvedas con el motivo del triunfo del Carmelo y que son debidas a los pinceles de los maestros Felipe Abarzuza y Julio Moisés, que los realizaron entre los años 1909-1910.  En el popular patio de la parroquia de San Antonio (siglos XVII al XIX), en una capilla con retablo neoclásico, una imagen de la Virgen del Carmen que yo aseguraría que ha sido una Inmaculada Concepción. Observar las formas abiertas de las manos.  En Santiago (siglos XVI y XVII) en un retablo rococó que fue de Santa Filomena, una escultura de candelero del escultor isleño Luis Jiménez Fernández (1902-1943); imagen con todas las características propias de su autor y que concita en su torno a un gran número de fieles.  En San Juan de Dios (siglos XVI y XVII) en un retablo de mármoles genoveses de finales del XVII,, una pequeña pero bella y devota imagencita de la Virgen del Carmelo de gran veneración en el barrio.  En el monasterio de las Descalzas (siglos XVII y XVIII) en un altar lateral, un gran lienzo de Pedro del Pozo (S.XVII) representando a Ntra. Sra.  En San Francisco (siglos XVI-XVII y XVIII) y en la capilla que perteneció a los navegantes cántabros (San Telmo) que fue erigida en 1567; en un retablo neoclásico realizado en 1833 por Manuel Fernández, el popularísimo relieve de la Virgen salvando a las ánimas del purgatorio, de gran veneración popular.  Sirva este breve recorrido artístico religioso por la iconografía carmelitana, para recordarnos, aun más, la popular fiesta que el santoral celebra.

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