Historia de la Semana Santa

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Como preparación y homenaje a los 275 años de la fundación de los Servitas gaditanos 

(1727 – 2002)


        Este año se cumplen los 275 de la fundación de los Servitas en Cádiz teniendo como sede canónica el templo de San Lorenzo donde aún continúan dedicándole el debido culto a la Virgen de los Dolores patrona de la orden.

        Creo necesario como preámbulo a esa solemnidad, indicar o enseñar a los lectores de Cádiz Cofrade, cosas referentes a la devoción universal a la Virgen en sus dolores.

        Desde la profecía de Simeón, María fue viviendo sucesos dolorosos a lo largo de la vida de su hijo. Pero esos penosos trances se aumentan durante la vida pública de Jesús y nada digamos durante su pasión.

        Teresa de Jesús, escribió estas palabras: "Al oír las palabras del anciano Simeón, "Este hijo será para ti misma una espada que traspasará tú alma", María vio claramente todo el cúmulo de dolores, tanto interiores como exteriores, que debían sucesivamente atormentar a Jesús en el decurso de la pasión…"        

        Esas palabras proféticas del anciano Simeón dará lugar a que en la iconografía mariana se represente a la Virgen de los Dolores con un corazón atravesado por una o por siete puñales o espadas.

        España, país mariano por excelencia desde muy antiguo y que atesora en sus templos miles de representaciones de la Madre de Dios, ocupa un primerísimo lugar en la devoción a esos dolores. Aquí se ha "bautizado" a esa representación desconsolada y triste de María con mil nombres entre los que destacan: "Dolores"; "Amargura"; "Esperanza"; "Angustias"; "Soledad"; "Lágrimas"; "Buen Fin"; "Desconsuelos"; "Confortación"; "Caridad"; "Rosario en sus Misterios Dolorosos"; "Ecce Mater Tua"; "Mayor Dolor"; "Tristezas"; "Piedad"; "Quinta Angustia"; "Consolación"; "Penas".

        Otras imágenes que representan a María en los momentos más duros de la pasión y que son "dolorosas", sin embargo, no llevan nombres relacionados con su dolor. Así tenemos a "Paz"; "Patrocinio"; "Salud"; "Desamparados"; "Amparo"; "Gracia y Esperanza"; "Luz"; "Victoria"; "Montserrat"…

        En Sevilla, la iconografía de la Virgen del Coral la representa como a madre sosteniendo a su hijo. El Niño lleva un collar que según la simbología representa la sangre de Jesús; o sea, la sangre que derramó en la pasión.

        En la ciudad castellana de león, tanto la patrona, la Virgen del Camino, como la del Mercado, son dolorosas. En otros casos el nombre empleado para designarlas es el del lugar donde se encuentran: Virgen de los Dolores de Manzaneda (Torío); Virgen de los Volcanes, en la isla de Lanzarote, que es una dolorosa a la que los fieles atribuyen haber sido librados de la lava del volcán en 1736. En Málaga es famosísima la Virgen de la Zamarrilla, y en Toledo, la de los Alfileritos.

        El gran Gonzalo de Berceo cantó en populares estrofas el "Duelo de la Virgen en la Muerte de su Hijo".

        La iconografía de la Virgen con su Hijo muerto en los brazos, recibió un gran impulso devocional y artístico en Alemania alrededor del siglo XIV, cobrando gran auge gracias a la mística alemana patrocinada por el beato Enrique Susón (O.P). La Casa de Austria, es la que trajo a España esa devoción entrañable y así en nuestro país se encuentran hermosísimos ejemplares iconográficos el siglo XVI, tales como la Virgen del Camino de León.

        En pleno siglo XIII, el rey sabio don Alfonso X, en sus "Cántigas", expone piadosos afectos a la Madre Dolorosa y a los Siete Dolores.

        En Cataluña en San Cugat del Vallés, se encontró un poema en lenguaje provenzal titulado "Plants de madona Sancta María", correspondiente al siglo XIV, que es una obra literaria dedicada a los dolores de la Virgen.

        En Florencia surge en el XIII la Orden de los Servitas. En el XVI, esa orden se extiende a España y aquí plantan su semilla, ya germinada anteriormente, y se extiende el culto amplísimo a la Dolorosa. Europa acoge a la orden y el culto a los dolores. Templos y más templos se van abriendo teniendo a esa advocación de María como titular. Cofradías surgen para recordarla y procesionarla. El canto a los dolores de María aparece en la liturgia durante el siglo XIV. Recordemos al respecto el "Stabat Mater Dolorosa".

        Los franciscanos propagan a través del Vía-Crucis y de sus "estaciones", el sufrimiento de Jesús y el de maría y "los encuentros", imposibles entre los dos, camino del Calvario o asistiendo a su agonía al pie de la cruz en el monte Calvario. Escenas llenas de ternura que jamás seguramente ocurrieron pero que la piedad humano ha querido inventar para consuelo de los fieles y piedad de los dos; Madre e Hijo.

        En el rezo del Rosario, extendidísimo principalmente a lo largo de toda la Edad Media, hay cinco misterios dolorosos encargados de recoger esos dolores de la Virgen; aunque otros de gloria recogen también dolores de María con su Hijo todavía en el mundo ya en su infancia o en su vida pública.

 

 

        El establecimiento de la fiesta de los Dolores de María en España, los primeros datos que se tienen se refieren a la "Fiesta de la Transfixión". Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, "Transfixión o Trasfixión, es la acción de herir pasando de parte a parte. Se usa frecuentemente para hablar de los Dolores de la Virgen". Esta fiesta se establece en Zaragoza en 1399.

        Durante todo el siglo XV continúa aumentando la devoción a la Virgen en esa advocación. En 1423 se instituye la "Fiesta de los Dolores de María" en el Concilio de Colonia como reparación contra los "horrores" de los secuaces de Jan Huss (1369?-1415), reformador bohemio nacido en Huisenec y fallecido en Constanza. Fue profesor de Filosofía de la Universidad de Praga (1396); ordenado sacerdote (1401); rector (1402-03) de la Universidad de Praga. Fue excomulgado (1410) por propagar las doctrinas de Wycliffe. Bajo la protección del rey Wenceslao y con salvoconducto del emperador Segismundo, asistió al Concilio de Constanza, donde fue juzgado, condenado por hereje y quemado. Este hecho desató la sublevación husita (1419-1434) que puede considerarse como el antecedente de las guerras de religión. Fue autor de "Super IV Sentiarum" y "Tractatus de Ecclesia" (1412)

        John Wyccliffe o Wicliff (h. 1330-1384), fue un famoso reformador y teólogo inglés nacido en Hipswell (Yorkshire) y fallecido en Lutterworth (Leicestershire). Estudió en Oxford y luego allí enseñó hasta 1382.

        Tomó partido por la Corona en los conflictos entre ésta y el Papa; llevado dos veces a juicio por herejía, no fue sentenciado. Se considera que fue precursor de la Reforma, e influyó más tarde en Huss, Lutero y otros reformadores del continente. Ejerció también gran influencia en la lengua inglesa por sus sermones y su traducción de la Biblia.

        Fue condenado por el Concilio de Constanza (1415), y su cuerpo desenterrado, quemado y arrojado al río Swift. Fue autor de "De tae papae"; "De Ecclesia"; "De veritate sacrae scripturae" (1378); "De Eucharistia" (1381). Su obra principal "Trialogus" (Triálogo sobre la verdad, la mentira y la prudencia data de 1382.

        España dedicó para honrar a los dolores de la Virgen el llamado otrora Viernes de Dolores o Viernes de Pasión. Esa fiesta fue extendida a toda la Iglesia en 1727 por el Papa Benedicto XIII.

        En la actual liturgia permanece la fiesta de los Dolores Gloriosos de Ntra. Sra. fijada el día 15 de septiembre, conmemoración establecida en la Iglesia universal por el Papa Pío VIII el día 18 del mes de septiembre de 1814.

        No debemos olvidar que los propagadores de esta devoción son, aparte de los Servitas, los Cartujos. A estos cenobios llegaban los escritos de las cartujas de Flandes. De esta manera y a su modo, en España fue esa orden del silencio una de las propagadoras. Dionisio de Leuwis, de Rickel o "el Cartujano" (f.1471) en su "Libro de la Pasión del Señor" trata con frecuencia de la Virgen.

        También el popular Vicente Ferrer en sus sermones, trata sobre el tema de los dolores de María. No olvidemos que los Servitas se extendieron bastante por el este español tal vez debido a las prédicas del santo dominico.

        La literatura española, se ha encargado también de difundir esos mismos dolores a través de escritos y poesías. Ortiz de Urbina estudia varias poesías orientales del siglo VI que pueden iluminar la psicología de María. Según este estudio los poetas orientales ofrecen una visión de María mucho menos hierática que la que se da corrientemente en Occidente, a la vez que más cercana a la índole de la mujer oriental, muy expresiva y más sentimental.

        El siglo de la eclosión devocional a los Dolores de maría es por excelencia el XVI. La Casa de Austria, importa de los Países Bajos las solemnidades de la Semana Santa y esa devoción fue "in crescendo" gracias a las generosas aportaciones reales así como las venidas de las Indias, gente que cargadas de oro y plata, ofrecían a la Virgen en sus dolores sustanciosas limosnas y encargaban bellas tallas y pinturas a los mejores artistas del momento.

        Juan de Candenberghe, sacerdote flamenco y secretario de Carlos I de España y V de Alemania, fundó una cofradía en honor de los Siete Dolores.        

        Los mejores imagineros, Martínez Montañés, Juan de Mesa, Alonso Cano, Pedro Roldán, su hija Luisa Ignacia, "La Roldana"; Pedro Duque Cornejo, Gaspar Becerra, Francisco de Salzillo, Ignacio Vergara, José Esteve Bonet, Juan de Astorga, José Montes de Oca, Cristóbal Ramos, los Ribas, José de Mora, Gregorio Fernández, Juan de Juni, la gubiaron.

        Recordemos al lector el impacto de algunas dolorosas de Andalucía como "La Macarena" o "La Esperanza de Triana"; devociones jamás igualadas por otras Vírgenes dolorosas. En Madrid, la de la Paloma, que es realmente una Virgen de la Soledad, atrae a los madrileños. En Cartagena, la Caridad, es la patrona principal. En Córdoba, la Virgen de los Dolores aglutina en su templo la devoción local. Granda tiene en las Angustias el imán devocional desde tiempos antiquísimos. Toda Andalucía se vuelca devocionalmente con los dolores de maría y estas imágenes han tenido muchas de ellas el gran privilegio que otorga la Iglesia de ser coronadas canónicamente dada la devoción general en que se las tiene.

        El establecimiento de la orden de los Servitas en España, acrecienta aún más la devoción ya existente. Es el siglo XVI y Cataluña y el Levante español son las regiones más beneficiadas y las escogidas por la orden para abrir sus conventos y templos dedicados a la Virgen de los Dolores. Después será toda Andalucía la región entonces escogida y aquí la explosión devocional. En Sevilla, los Servitas, se acogen bajo el amparo de la Virgen sosteniendo al hijo muerto sobre su regazo. Su templo es una capilla muy bonita que aún existe junto a la Iglesia de San Marcos.

        Según Juan Vesga Cuevas, él, así lo confirma, "ha podido constatar en listas adecuadas hasta 125 "Vírgenes" con el título de "los Dolores" o "Dolorosas"; más de 1000 con el de "la Soledad"; aproximadamente unas 80 con el "las Angustias" y pasan de 60 las que llevan el nombre de "Piedad".

 

Ángel Mozo Polo


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

 

· Alfonso X el Sabio. CANTIGA 115.

· Bayerri Bartomeu, E. VIAJE LITERARIO.

· Combalot, Abbe. LE CULTE DE LA VIERGE MARIE. Lyon, 1865.

· Costa, María Mercé. EL SANTUARIO DE SANTA MARÍA DE BONAIRE A LA CIUTAT DE SÉLLER. Cagliari, 1973.

· Gautir de Coincy. MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA.

· Gironés Guillén, G. LA HUMANIDAD.

· de Dios, Mercedes. RELACIONES. Burgos, 1915.

· Halkin. LA MARIOLOGÍA.

· Ortiz de Urbina, J. PSYCOLOGÍA MARIAE JUSTA DE PRIMAEVOS POETAS MARIANOS. Actas del Congreso Mariano de Zagreb, 1975.

· Piras, G. STORIA DEL CULTO MARIANO IN SARDEGNA, 1973.

· Pozo, C. MARÍA.

· Robles Damm, F.M., y Fernández Figueras, E.M. (S.J.) AÑO MARIANO.

· Sola, Francisco de Paula (S.J.) REPRESENTATIVIDAD DE MARÍA AL PIE DE LA CRUZ, SEGÚN LOS PADRES ANTIGUOS.

· Trens, M. MARÍA, ICONOGRAFÍA.

· Vesga cuevas, Juan (S.M.). LAS ADVOCACIONES DE LAS IMÁGENES MARIANAS VENERADAS EN ESPAÑA, 1985.

· Wilmant, Dom. A. AUTEURS SPIRITUALS ET DIVOTS DU MOYEN AGE LATIN. París, 1932.

 


 

La Iglesia madrileña de San Nicolás, sede actual de la Orden Servita de la Virgen de los Dolores

 

        Como complemento al trabajo anterior, demos cuenta del templo que en Madrid, villa y corte, rinde culto principal a la Virgen de los Dolores regido por los Servitas que lo ocupan desde 1825, según unos autores, y desde principios del XIX según otros. Desde luego debió sufrir las leyes desamortizadoras de ese siglo; pero ahí está actualmente ocupando la que dicen ser la iglesia más antigua de Madrid.

        La cronología cita que la torre, data del siglo XII; la iglesia es del XV; las naves, del XVII; la portada, del XVIII y el retablo mayor, del XIX.

        "Es ésta la iglesia más antigua que queda en Madrid, y la primera arquitectura cristiana que ha llegado a nuestros días, superada en antigüedad sólo por la muralla árabe del siglo IX, en la Cuesta de la Vega. Aparece ya citada por el Fuero de Madrid de 1202 junto con las nueve restantes parroquias medievales.

        San Nicolás, que es el título del templo, fue en la antigüedad "una de las parroquias ricas del norte de la villa, habitada por nobles, repobladores castellanos y gente de profesiones liberales, como médicos, sastres y jurisconsultos, y ocupaba una de las superficies parroquiales más reducidas de la villa medieval. Según Montero Vallejo, en San Nicolás se reunía, a finales del siglo XV, el cabildo de clérigos de Madrid. Aquí recibió las aguas bautismales el poeta Alonso de Ercilla, autor de la epopeya "La Araucana", y fue enterrado Juan de Herrera, el arquitecto del Escorial, que era vecino de la collación" (Los restos de este famoso arquitecto fueron posteriormente trasladados a Santander)

        El tiempo ha dio cambiando el templo y no se mantiene éste completo en su estructura primitiva. El elemento de mayor valor es la torre, "magnífico campanario de arte románico mudéjar del siglo XII, y por tanto no muy posterior al momento de entrada de los cristianos en la medina musulmana, hacia el año 1085…"

        En el siglo XVII (1603) se abre un periodo de reformas que supondría la importante ampliación del templo por los pies, ocupando el viejo osario medieval…

        Se remodela el interior en estilo toscano. Se construyen las capillas de la nave de la epístola y se reforma la parte alta de la torre que desde entonces muestra un enorme ventanal de medio punto por cada frente…

        En el interior, de su primitiva estructura medieval, sobresale el gran arco toral que da paso a la Capilla Mayor; la gran techumbre de carpintería mudéjar sobre la nave central, bellísimo techo oculto hasta principios del siglo XX; unos arcos de herradura, muy estilizados, guardados por otros de múltiples lóbulos, en el muro derecho de la Capilla Mayor, y una gran bóveda gótica estrellada, del siglo XV en la cabecera…

        La portada de entrada al templo es de proporciones muy reducidas.

        Esta obra es del siglo XVIII y presenta, a pesar de lo reducido de su ornamentación, el estilo inconfundible del arquitecto Pedro de Ribera. El santo titular está representado en un medallón en busto y alto relieve, posible obra de Juan Alonso de Villabrille y Ron, habitual colaborador de Ribera en las esculturas de piedra para los exteriores.

        La Capilla Mayor está presidida por un retablo neoclásico de principios del XIX. En su hornacina central está la Virgen Dolorosa implorante correspondiente a la segunda mitad del siglo XVIII; imagen de magnífica factura, sobria de expresión, con dignísima policromía correspondiente a su época.

        En la primera capilla de la derecha, a los pies del templo, en un retablo de estilo neoclásico de 1825, se venera la Dolorosa de vestir donada en ese año por Valeriano Salvatierra (1789 ó 90 – 1836); escultor de cámara del rey Fernando VII, en gratitud por sanar una grave enfermedad. Es obra salida de su mano que obtuvo tal acogida por parte de los fieles y de la crítica, que sirvió de modelo a las "dolorosas" madrileñas del siglo XIX.

        En ese mismo espacio devocional, los Servitas, la comunidad religiosa que regenta el templo, ha reunido obras de arte tales como un hermoso busto de la Dolorosa, obra del granadino Pedro de Mena; un Niño Jesús sevillano de mitad del XVII; un San José con el Niño, de encantadoras formas, del XVII; cercano al círculo de Luisa Roldán, pero que los expertos creen mejor de su padre Pedro Roldán.

        En el templo se da culto al Cristo del Consuelo, "que según Tormo (Elías Tormo, en las "Iglesias del antiguo Madrid") procede de la desaparecida Escuela de Cristo, imagen sevillana del XVII con paño de pureza barroco, y que parece de un seguidor de Juan de Mesa".

        En la capilla dedicada al titular de la iglesia, San Nicolás, la imagen del santo, muy repintada, es la que según Ceán Bermúdez hizo Juan Alonso de Villabrille y Ron para el altar mayor.

        En ese mismo lugar un espléndido Ecce-Homo que según Tormo puede ser atribuido a Nicolás de Bussy, escultor de Estrasburgo que antes de afincarse en Murcia, vivió años en Madrid como escultor de cámara de Carlos II.

        En la nave del evangelio se puede admirar un grupo de San Antonio de Padua, obra que muy bien pudiera ser de Juan Porcal, escultor murciano que trabaja en Madrid a mediados del siglo XVIII, un buen heredero de la escuela barroca, pero imbuyendo a sus obras con la gracia alada del rococó.

        La iglesia de San Nicolás fue parroquia hasta 1806, uniéndose a la del Salvador, y tras recuperarla a mediados del XIX, dejó de serlo definitivamente a finales de ese mismo siglo.

        En el año de 1931, la torre fue declarada monumento nacional, favor del que hoy goza todo el conjunto.

 

Ángel Mozo Polo


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

· Hidalgo Monteagudo, Ramón. IGLESIAS ANTIGUAS DE MADRID. Ediciones "La Librería" 1993.

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