Historia y Memoria

        

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Nuevos datos históricos de la

Cofradía del Descendimiento


Francisco Espinosa de los Monteros Sánchez

19/04/2006

 

     La cofradía del Descendimiento de Cádiz, al igual que le sucedió a otras muchas cofradías gaditanas, sufrió sucesivas pérdidas documentales que han hecho que hasta la fecha se conozca poco de su fundación e historia. Los datos que se conocen parten de la tradición e indican que la cofradía se fundó debido a la devoción que el niño Miguel de Omaña tenía a este misterio ya con dos años y medio de edad. Enrique Hormigo señalaba que si este niño nació el 23 de Septiembre de 1663, la fundación debió ser en torno a 1666, siendo el primer dato documental contrastado el que aparece en el testamento de Alonso Pacheco en Diciembre de 1668 y en el cual se define como fundador de la cofradía del Descendimiento, ya en 1669 estaba la cofradía en el convento de Candelaria. En cuanto a las imágenes primitivas nada se sabe salvo su supuesto encargo en torno a 1666, conservándose en la actualidad la mascarilla del cristo y una dolorosa de calvario, ambas sin procesionar. Vamos a intentar en este pequeño artículo, aportar nuevos datos sobre esta antigua cofradía.

     Hemos podido localizar un libro editado en Méjico en 1682 y que relata la vida y virtudes de Miguel Antonio de Omaña (así lo llama su madre en el testamento de esta datado en 1675) a través de su confesor el padre José Vidal. En dicho libro se relata como Miguel nace en Cádiz el 28 de Septiembre de 1663 hijo del capitán Antonio de Omaña, perteneciente a la nobleza asturiana, y de Juana María de Beza. Luego se relata que la devoción de sus padres era “el descendimiento de Christo Señor Nuestro a los brazos de su dolorosa Madre” y que por tal motivo y, teniendo Miguel dos años y medio, encargan el misterio en Sevilla “lo qual se executo con efecto, y quedo tan primorosa la Imagen de Christo Crucificado y las demás que componen aqueste devoto passo, que llevó quinientos pesos de hechura el Artífice”. Más adelante en el libro se hace referencia a la fundación por parte de los padres de una cofradía del Descendimiento que pasa a Candelaria y de que esta cofradía era conocida como la de “los muchachos”, aunque sin dar detalles del año de fundación de la misma. Más adelante se dan detalles del paso del niño a Méjico con su tío José de Omaña Pardo y Osorio (viaje que tuvo que acaecer al menos en 1675 porque ese año estaba todavía viviendo con su madre), inquisidor del Tribunal de la Inquisición de Méjico, que se tuvo que hacer cargo de su tutela probablemente por el fallecimiento de su padre (acaecido en 1670), ya que a su madre la encontramos en 1691 como viuda en segundo matrimonio de Garci González de Lucena. En esta ciudad de Méjico muere en santidad en 1681 Miguel de Omaña tras haber ingresado en la Compañía de Jesús.

     Tenemos por tanto que las imágenes del antiguo misterio se encargan en Sevilla sobre 1664-67 y que cuestan 500 pesos, precio correcto ya que un crucificado costaba por aquella época unos 180-200 pesos. Además hemos podido verificar el origen sevillano de Juana María de Beza ya que así se define esta en su testamento, esto podría explicar una posible devoción del matrimonio a este misterio y que cuando se establecen en Cádiz deciden crear una cofradía que le diera el culto necesario en la capital gaditana, encargando las imágenes en Sevilla. Hay que anotar que el Señor descendido de la cruz de Sevilla es obra atribuida a Pedro Roldán y realizada sobre 1659. El análisis de lo que resta de la mascarilla nos lleva a las soluciones estéticas de la segunda mitad del siglo XVII importadas por Arce en Sevilla aunque no nos parece ni obra de este ni de Pedro Roldán como se ha venido atribuyendo hasta el momento, en nuestra opinión nos parece una obra del círculo de ambos escultores.

 

     Para terminar de aclarar los orígenes y fundación de esta cofradía tenemos que dar un salto de casi dos siglos. Así, en Septiembre de 1834, el Gobernador Civil de Cádiz solicita al Ayuntamiento una lista de las cofradías de Cádiz y provincia con datos de su aprobación, bienes y cargos (deudas, misas, etc) en vistas a la posterior desamortización de bienes decretada por Mendizábal al año siguiente. Por la cofradía del Descendimiento de Cádiz responde el 23 de Septiembre de 1834 su entonces Mayordomo Antonio Molina, el cual dice lo siguiente:

     “La Cofradia del Smo. Cristo del Descendimiento fue fundada en esta ciudad el año de 1664, y la regla pr. qe. se rige se instituyo en el de 1727 y aprobó al sigte. pr. el Exmo. Sr. Dn. Lorenzo Armengual de la Mota...”. “Esta Cofradia no cuenta con fondos algunos pues está reducida á un corto numero de cofrades qe. lo son pr. disfrutar las gracias e indulgencias qe. como a tales están dispensadas pr. la Silla Apostolica po. sin contribuir con cantidad mensual ni annual, mas qe. con la el ql. gusta, limosna qe. la devocion les dicta pa. ayudar a costear el septenario de Dolores qe. mi devocion hace”.

     Podemos por tanto afirmar que la cofradía del Descendimiento se funda en Cádiz el año 1664 y que tenía constituciones aprobadas desde 1728-9 (otro documento posterior dice que las reglas se conservaban parcialmente y que fueron definitivamente aprobadas el 18 de Marzo de 1729). También vemos como la cofradía celebraba el septenario de los Dolores, además hemos podido localizar una “Novena consagrada al culto y honor de los santos varones, José Arimatea y Nicodemus : que bajaron á Jesu-Cristo Ntro. Sr. de la Cruz y lo sepultaron” datada en Cádiz en 1849 y que con total seguridad pudo ser editada por un hermano o devoto de la cofradía.

     Así debió sobrevivir esta cofradía a mediados del XIX hasta que en 1842 se extinguen todas las cofradías que no tuvieran la aprobación civil y eclesiástica. Sin embargo, esta hermandad es una de las primeras en reaccionar solicitando ese mismo año un informe favorable del Obispo Domingo de Silos y que obtienen el 27 de Abril de 1842. Tras varios años continúan dando culto a las imágenes a pesar de no tener la aprobación civil, hasta que en 1847 comienzan el proceso de aprobación definitivo. Así, al año siguiente reforman las anteriores reglas ya desfasadas a los tiempos que corrían y, tras someterlas a Cabildo de Hermanos, las presentan al Jefe Superior Político D. Melchor Ordóñez el 17 de Julio de 1848, obteniendo la debida aprobación el 3 de Agosto siguiente. En este proceso figuraban José María Laso de la Vega como Presidente, Manuel Iglesias como Mayordomo, José María Lemos como Secretario y Antonio de Silva como Fiscal.

     A partir de este momento la cofradía vuelve a su funcionamiento normal como demuestra un posterior escrito de la cofradía fechado el 7 de Febrero de 1854 en papel con el membrete impreso “Cofradía de penitencia del Smo. Cristo del descendimiento de la Santa Cruz” y en el que, “...en cumplimto. de lo que previene el articulo 1º del capitulo 3º de su Reglamto. interior, deve celebrar Cavildo gral de festividades el Domo. proxmo. 11 del corriente a las 12 de la mañana...”. Esta carta estaba dirigida al Gobernador Provincial el cual debía conceder el permiso para la celebración de Cabildos de Hermanos.

     Esperemos que con estos breves apuntes hayamos logrado contribuir algo más al esclarecimiento de los orígenes e historia de esta señera hermandad gaditana que como vemos fue fundada en 1664.

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