Historia y Memoria

        

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1898 

Semana Santa en Cádiz


Miguel Ángel Castellano Pavón

11/06/2008

      

     Durante los tres años consecutivos que he tenido la oportunidad de retransmitir los desfiles procesionales y sus consiguientes estaciones de penitencias en la Santa Apostólica Iglesia Catedral de las cofradías de Cádiz, me ha dado la posibilidad de conocer a personas interesantes dentro del mundo de las hermandades. Este es el caso de Antonio Torrejón Iglesia, que aunque no sea su profesión la historia si que es un enamorado de las tareas del buen historiador, como lo avalan sus trabajos sobre la hermandades del Caminito y Ntro. Padre Jesús Caído. De ahí que en esta pasada Semana Santa tuvimos la ocasión  de conectar y charlar largo y tendido al respecto, sacando a colación de la existencia dentro de su biblioteca de un pequeño librito, hasta la fecha por mí desconocido, cuya portada transcribe el título de este escrito. Dado el interés que creo puede tener para nuestra Hermandad, es por lo que con su consiguiente permiso, transcribo los apartados más  interesantes que atañe a nuestra Cofradía:

     “ Hacia los años 1850 y siguientes, las procesiones que durante la Semana Santa se organizaban en Cádiz, sostenían rivalidad con las de Sevilla, y las Juntas de las diferentes Hermandades procuraban sostener esa competencia, ya aumentando el número de los pasos, ya adornando artísticamente éstos, ya mejorando el vestuario de los penitentes, ya agregando ciertos accesorios que aumentaban la suntuosidad de la exhibición…Durante los años 1884 al 1888, solo salió la procesión de la Vera-Cruz y alguno que otro año la de Jesús Nazareno, siendo los esfuerzos de estas Cofradías sumamente laudables, pues demostraban el celo y desinterés de sus Hermanos, pero ineficaces  para constituir lo que antes se llamaba y después se ha vuelto a llamar Semana santa en Cádiz.

      En 1892 se constituyó nueva Junta administrativa para las procesiones que designó como Presidente al Excmo. Sr. Cayetano del Toro, y en este años es cuando mayor brillantez ha adquirido estas manifestaciones del culto religioso externo. Muchas son las Cofradías de Penitencia que existen en Cádiz, y algunas son de preclara historia y poseen imágenes de gran mérito, que desde fecha casi inmemorial son llevadas durante la Semana Santa a hacer estación a la Iglesia Catedral.

      Una de las Cofradías que se establecieron primeramente en la Casa Grande Convento de Franciscanos Observantes, fue la del Santísimo Cristo de la Vera- Cruz: l escultura de su titular y Oración del Huerto, son obras del escultor González ( el Granadino ). La Cofradía de la Vera- Cruz, es tal vez la que más constancia ha tenido para sacar procesionalmente sus imágenes la Semana Santa, pues aún durante algunos años en que ninguna otra hacia estación, ella lo llevaba a cabo. Recientemente se han hecho grandes reformas en sus pasos, habiéndose construido en este año un bello camarín y camilla para la Virgen de la Soledad.

 

Paso del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz a principios de Siglo XX - Fotografía Archivo de Jesús Sánchez Pavón

     

     El primer historiador de Cádiz, Agustín de Orozco, cita en 1598 la Cofradía de la Vera- Cruz, radicando en San Francisco con otras varias; pero su fundación de Mayorazgo que hicieron D. Diego de Aguinaga y Dª  Isabel de Ochandiano, estableciendo al par obra pía, cuyo patronazgo para hoy en D. Francisco de P. Mihura, documentos que hemos tenido a  la mano, hemos encontrado que desde 1567 estaba ya establecida la Hermandad en  aquella Iglesia, siendo rica, y por tanto, que le permitió adquirir capilla propia y debiendo tener influencia bastante para hacer que los franciscanos la dieran sitio, por más que los Sres. Aguinaga lo tuviesen ya por suyo, escriturado tomada posesión del terreno y aún empezado a labrar.

     El  Miércoles Santo, la Cofradía de la Vera- Cruz, sale de la Iglesia de San Francisco. Sus cofrades visten túnica verde con caperuza y además escapulario rojo. Otra sección viste de blanco con escapulario verde. Todos los pasos han sufrido grandes reformas, siendo nuevo el camarín de Nuestra Señora de la Soledad, que aunque estrenado el año actual, ha sido nuevamente reformado:

     Lleva los pasos siguientes:

     1º La Oración en el Huerto. Grupo artísticamente dispuesto, en el que está Jesús orando y recibiendo de un Ángel el cáliz que para confortarle le envía su Eterno Padre: hállanse dormidos descansando contra unos árboles los tres discípulos, San Pedro, Santiago y San Juan.

    2º El Señor de la Vera- Cruz. Es un calvario en el que se encuentra el Cristo crucificado y a sus píes la Virgen, el discípulo predilecto y la Magdalena.

    3º Nuestra Señora de la Soledad.  Es una bella escultura, y el vestido y el manto que ostenta, son muy ricos y de excelente gusto.

    Procesionalmente la Hermandad de la Vera- Cruz sale el Miércoles Santo, en este orden:

    1º Cruz de mano e insignias de la Hermandad.

    2º Una sección de penitentes con túnica blanca, escapulario verde y cruz roja.

    3º Paso que representa a la institución de la Eucaristía o sea la última Cena. Este paso ha sido completamente restaurado, sufriendo considerables reformas.

    4º Cuerpo de penitentes

    5º Cruz parroquial, clero y capilla religiosa.

    6º Grupo escultórico que representa el Señor de la Vera- Cruz, con su Santa Madre y San Juan al pie del Calvario.

    7º Banda  de música.

    8º Sección de penitentes.

    9º Nuestra Señora de la Soledad, cuyo camarín está restaurado con gusto y elegancia.

    10º Banda de música y acompañamiento.

     He aquí la carrera que ha de  llevar la procesión:

     Salida de la Iglesia de San Francisco,- Calles de San Francisco.- Duque de la Victoria.- Plaza de Isabel II.- Calle Alonso el Sabio.- Estación en la Santa Iglesia Catedral.- Calle Prim.- Plaza Topete.- Calles Columela.- Aranda.- Duque de Tetuán.- Plaza de la Constitución, centro derecha.- Calles Linares.- Enrique de las Marinas.- San José.- Murguía, - Valverde, izquierda. – Baluarte.- Rosario, izquierda.- Plaza Loreto a su templo.”

     Tiempos de bonanzas de un ayer, ya lejano, que a lo largo de los tiempos y sus consiguientes decaimientos, vuelven a relucir recordándonos la famosa frase de Lorenzo de Médicis que dio origen al Renacimiento: “Los tiempos vuelven”.

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