Escultores e Imagineros de la Pasión gaditana

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-Juan Luis Vasallo Parodi

Escultor e Imaginero


        

        Dentro del Siglo XX que ya se nos fue, en la ciudad de Cádiz nacieron grandes personalidades dentro del mundo del arte y la cultura. Uno de los más importantes escultores que ha dado nuestra tacita y que ha gozado de un importantísimo prestigio es Juan Luis Vasallo Parodi.         

        Juan Luis nacía en la gaditana calle Cervantes, en pleno centro del casco antiguo, un dos de Mayo de 1908, en el seno de una familia media gaditana. Desde inicios se educó dentro de la recreación artística, puesto que su padre Eduardo Vasallo, era pintor, y, por tanto, sus contactos con el mundo de las artes fueron constantes.

        Las obligaciones laborales de su padre lo llevaron a dejar su ciudad natal muy pronto, a la temprana edad de 1 año, para trasladarse a Córdoba. Ingresaría en el colegio de los Salesianos y allí realizaría su primera y temprana escultura, un San Juan Bosco modelada en barro, mostrando así una capacidad creadora y unas importantes dotes que desarrollaría a lo largo de su vida.

        En 1922 su padre se trasladó a la Escuela de Artes y Oficios de Baeza, de la que sería director desde 1928 a 1930. Allí el joven Juan Luis continuó con sus estudios y, lo más importante, su inclinación por la escultura comenzó a denotarse; un viaje a Úbeda y la visión de ‘San Juanito’, atribuido a Miguel Ángel, produciría en Vasallo una importante impresión y su definitiva influencia por el arte de la escultura.

        Artistas de Baeza impulsarían al joven escultor a marchar a Madrid para mejorar su portentosa habilidad, y tras recomendaciones lo conseguiría, en 1927. Consiguió una beca para asistir gratis a las clases de dibujo del natural del Círculo de Bellas Artes así como permiso para acudir a clases nocturnas en la Escuela de Artes y Oficios.Su primer éxito sería en la Exposición de Arte del Casino de Clases del Ejercito, donde con su ‘Cabeza de Vaca’ obtendría el primer premio de escultura, además de conocer al prestigioso Mariano Benlliure, que le impulsó a solicitar una beca que la Diputación de Cádiz entregaba a un gaditano para estudiar fuera de la ciudad. Así, en 1929, Juan Luis obtuvo por méritos propios la ansiada beca.En la capital de España contraería matrimonio con Amparo Rubio Juliá, la mujer de su vida, que conoció durante su estancia en Baeza. Tuvieron tres hijos: Juan Luis, José Manuel y Amparo.

        Su faceta artística comprendía en su mayoría retratos, con los que, presentándolos en concursos y exposiciones, pretendía abrirse paso. En 1934 obtuvo por fin recompensa a su trabajo, y con un ‘Busto de mujer’ consiguió una tercera mellada en la Exposición Nacional de Bellas Artes, y lo más importante, una crítica positiva a su obra.

        En 1936 Vasallo consiguió un primer premio Nacional de escultura, la cuál lo consagró como uno de los más importantes artistas del momento, obteniendo, además, una beca para viajar a Italia, cuyo desplazamiento no pudo realizar finalmente debido al estallido de la guerra civil española. Tras la misma, le volvieron a conceder dicha beca, aunque el recorrido sería únicamente español. Durante estos viajes conoció a José Hernández Díaz, gran amigo desde entonces de Juan Luis.

        Durante los años que estuvo en la Escuela de Artes y Oficios de Jerez realizó numerosos trabajos para Cádiz y su provincia, obras conmemorativas, así como restaurar imágenes religiosas que habían sido mutiladas. Entre sus obras religiosas destacar un ‘ San José’ y una ‘Virgen del Carmen’ para Benaocaz, y una ‘Virgen del Rosario’ para Villaluenga.

        Volvió a Madrid donde participó en Exposiciones Nacionales y seguir trabajando, a pesar de la distancia, para Andalucía. Entre sus obras de imaginería destacar un Crucificado para Úbeda, El grupo escultórico de ‘La Oración en el Huerto’ para Jerez de la Frontera, ‘La Virgen de los Dolores’ para la Cofradía del Nazareno de Cádiz, sita en el Convento de Sta. María, y un Cristo Rey para el convento del Carmen de Jerez.

Grupo Escultórico de La Oración en el Huerto (1942).

        Destaca sobremanera la imagen de Jesús, en perfecta comunicación con El Padre, y la talla del Ángel confortador, menos lograda, pero en perfecta conjunción con el Señor. Conforma un excelente grupo.

    Virgen de los Dolores (1943).

        Imagen de vestir, solo creó rostro y manos. Es una talla, según cita J. Antonio Merino en su estudio ‘Tradición y Contemporaneidad : el escultor Juan Luis Vasallo Parodi’ que ‘se aleja del habitual barroquismo de las Vírgenes andaluzas, acercándose más a la sobriedad y recogimiento castellano.’ Destacan las delicadas manos y afirma ‘conformar una imagen de estilo personal, de las más hermosas y sencillas de cuantas se veneran en Cádiz’. Sin duda, esta dolorosa guarda una belleza particular, tiene un rostro que nos transmite sensaciones, nos sobrecoge de alguna manera...

        En 1943 comenzó su etapa Sevillana, donde permaneció hasta 1958. Obtuvo la Cátedra de Modelado del Natural y Composición de la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría en Sevilla, cuya plaza mantuvo hasta la concesión de la Cátedra en San Fernando de Madrid. Su estancia en Sevilla sería trascendental en su obra, puesto que en la capital hispalense recibe la influencia de los maestros barrocos, fundamentalmente Martínez Montañés, aunque también Juan de Mesa y Pedro Roldan, entre otros, captarían el interés del artista gaditano. Gracias a ellos desarrollaría su indiscutible calidad como imaginero, campo en el que se consagraría definitivamente y en el que trabajaría incesantemente. Una de sus tallas más importantes sería una ‘Inmaculada realizada para la capilla de los teólogos del Seminario de San Telmo. Según Hernández Díaz, una de las imágenes más logradas por Vasallo.En 1948 presentó en la Exposición Nacional una de sus obras más emblemáticas, ‘Gades’, realizada como muestra de amor a la tierra que le vio nacer, y con la que consiguió una primera medalla. En ese año fue nombrado Académico Numerario de la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. En 1950 intervino en la Exposición Nacional de escultura religiosa, dedicada a Martínez Montañés, con un ‘San José’ y ‘La Inmaculada’ del seminario (citada más arriba). Su entrega por Cádiz continuó, y ese año talló el crucificado procesional expirante para Jerez de la Frontera. Se trata de una copia de una imagen anterior de cartón piedra, por lo que el imaginero no quedó contento con la obra, por ser un encargo donde no pudo expresar su propia impronta; Juan Luis no era dado a las copias. Aún así, la imagen no deja de ser precisa, además de tratarse de un crucificado muy popular en su barrio jerezano de San Telmo.

        Realizaría también otros crucificados tanto no procesionales como para cofradías. Serán imágenes alejadas del barroquismo, ‘más serenas y equilibradas’, exceptuando probablemente una de sus obras maestras, ‘El Cristo de la Expiración’ realizado para la Cofradía del mismo nombre, con Residencia Canónica en la Iglesia de la Stma. Trinidad de Úbeda, siendo un Cristo mucho más barroco, con una denotada expresión y de perfectas proporciones.En 1957 sus obras más destacadas fueron ‘La Virgen de la Asunción’ para Jerez,y un ‘Cristo Rey’ para la localidad Sevillana de Marchena.

        La Cátedra madrileña supuso la gran oportunidad para Juan Luis de trabajar como profesor en la capital, sueño que por fin pudo cumplir. Durante esta etapa, al margen de la docencia, trabajó numerosos encargos tanto públicos como privados. Y por fin, en 1967, obtuvo la plaza vacante de Académico Numerario de San Fernando de Madrid, ocupándola oficialmente el 23 de Junio de 1968.

        En 1978 Vasallo finalizó su labor como docente, al cumplir los 70 años, y en los años posteriores su dedicación se centra en trabajos artísticos así como cumplir las obligaciones académicas. En 1981 fallecería su mujer Amparo, pérdida de la que nunca se repondría el excelente escultor. En 1983 recibió el título de Académico de honor, coincidiendo con el Cuarto Centenario del nacimiento del excelso imaginero Juan de Mesa. Recibiría en su últimos años de vida innumerables homenajes; uno de los más significativos, el que la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz le rendiría por ‘su constante vinculación personal y cultural a nuestra ciudad’.

        En los meses previos a su muerte estuvo trabajando en su ‘Gades’, para verla ubicada en su tierra natal; desgraciadamente, así lo marcó el destino, el mismo día que se le concedía la autorización para que la imagen tuviese su espacio en la ciudad, concretamente en la Punta San Felipe, un 18 de abril de 1986, fallecía de manera repentina uno de los más importantes gaditanos que nuestra bendita tierra ha visto nacer jamás. Y todos los gaditanos tenemos que sentirnos honrados y orgullosos; su labor educativa y artística ha quedado para siempre entre nosotros y su memoria quedará inmortalizada para siempre.

 

Jesús Manuel Sánchez Pavón


FUENTES:

- Semana Santa en las Diócesis de Cádiz y Jerez. Enrique Hormigo y José Miguel Sánchez Peña. Ediciones Gemisa. 1988.

- Tradición y Contemporaneidad : el escultor Juan Luis Vasallo Parodi. Jose Antonio Merino Calvo. Cátedra Adolfo de Castro. 1987.

- Archivos Diario de Cádiz. Varios años.

- Suplemento Semana Santa Jerez Información. 2001.

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