En la noche de ayer, miércoles 3 de marzo de 2004, se celebró en la ciudad de Cádiz el Vía-Crucis general de Hermandades y Cofradías.

En líneas generales podemos calificarlo como bueno, y muestra la línea que se comenzó a seguir el año pasado.

El cortejo partió de la Iglesia de San Pablo, con un nutrido cortejo conformado por representaciones de las distintas Hermandades (faltaban algunas que se encontraban de cultos y alguna otra por causas que no conocemos)

 

A los que seguían los lectores de las estaciones, hermanos y  junta de gobierno de Ecce-Homo, la permanente del Consejo Local, Secretariado Diocesano, la capilla musical del Taller Banda Municipal de Música, cuerpo de acólitos, la imagen sobre una parihuela exornada con claveles rojos. Sin duda hay que destacar la gran presencia de cofrades y fieles que asistieron a contemplar la salida, así como a acompañar al Señor del Ecce-Homo en su traslado inicial.

El Señor lucía potencias y corona de espinas, así como una caña en sus manos. Como ya fue anunciado portó un mantolín liso, quizás uno de los pocos puntos negativos del Vía-Crucis a nuestro entender, más si cabe al tener uno recién restaurado, o bien con la posibilidad de mostrar parte de su magnífica espalda al descubierto.


En el interior del primer templo diocesano las estaciones se leyeron en cada una de las capilla, con lo cual se ganó respecto al año pasado, comenzando por la primera a la capilla de San Juan Bautista de La Salle; para terminar en la del Sagrado Corazón de Jesús, a la izquierda de la citada puerta. En el interior del templo se contemplaba el andamiaje de las obras que actualmente se llevan  a cabo.

Las lecturas corrieron a cargo de Enrique Arroyo, deán de la Catedral, el mercedario Fernando Borges, párroco de la Merced; Fructuoso Antolín, vicario de Pastoral; Manuel Botella, hermano mayor de Columna, Eloísa Montero, por los grupos jóvenes; Melchor Mateo, por los medios de comunicación; sor Antonia Pérez, superiora del colegio de la Torre; José Manuel Romero Freyre, cofrade; Manuel Albalá, hermano mayor del Nazareno; Pablo Daniel López, director espiritual del Consejo Local, Rafael Caldelas; José Luis Rodríguez, hermano mayor de Ecce-Homo, Francisco Arenas, el hermano más antiguo de Ecce-Homo, y el Obispo diocesano, Antonio Ceballos.

La participación de fieles en el acto en si fue bastante alta, con lo que se vio una Catedral repleta de cofrades. Igualmente, algunos directores espirituales (pocos eso sí) se sumaron a la comitiva que tras la parihuela encabezada el Obispo Diocesano; quien a la finalización del mismo felicitó a los cofrades por la organización y desarrollo del piadoso acto.

Como nota para mejorar de cara al año próximo: se ve bien que acompañen en el traslado cuatro representantes con cirios por Hermandad, pero llegados a la Catedral ¿dónde se incorporan el resto de miembros de una corporación? ¿junto a sus representantes, pero sin cirios? ¿al final de la comitiva? ¿se quedan a los lados? Aspectos a revisar por el Consejo para un mejor desarrollo y orden del próximo Vía-Crucis.

Igualmente, el tener los cirios apagados durante el acto no parece que sea lo mejor, pero ya sabemos que este caballo de batalla viene desde hace mucho tiempo.

Bonito el detalle de repartir pequeñas estampitas a los fieles con la imagen de Jesús del Ecce-Homo durante el traslado.

Finalizado el rezo se siguió el itinerario de vuelta por Compañía, Santiago, Candelaria, Montañés, Palillero, Novena y Ancha, llegando a San Pablo la bendita imagen de Jesús del Ecce-Homo a las 22.45.  

En resumen, un buen Vía-Crucis general con amplia participación de fieles, y donde el Consejo Local demuestra que avanza con paso firme en sus gestiones, de cara al engrandecimiento de las Hermandades y Cofradías gaditanas, y es que el adelanto de fecha del mismo se ha mostrado como válido.



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